Blog de Héctor Santcovsky

un blog para reflexionar sobre política, sociedad y retos de futuro

13/11/11

Vuelvo al Blog

Confieso, como mucha gente, mantener un blog da una cierta pereza. A veces se debe a la falta de tiempo, otras de ganas de sistematizar, y otras no demostrar una cierta sequía colectiva respecto a nuevas ideas de como afrontar problemas actuales. En fin muchas razones desmotivan la escritura, pero aquí estaremos de nuevo, al menos por un tiempo. Pero vuelvo al blog, como dice aquel tango: "vuelvo al blog como se vuelve siempre al amor, con deseo y temor".
La razón no es otra que dedicarle un buen tiempo a lo que podríamos denominar la crisis y la antología del disparate que la rodea. En síntesis hablar - mejor dicho escribir - sobre la situación actual, aunque no solo de ello.
Hoy hablamos del disparate de la crisis. Si no fuera por la gente que lo padece podríamos estar pensando que si lo explicasen científicamente, no podría ser más surrealista. Más propio de una obra de Alfred Jarry, o quizás alguna peli de terror.
Unas hipotecas basura intoxican el mercado internacional, llevan a la bancarrota a países que vivieron ficticiamente del ladrillo, someten a una dictadura del mercado especulativo (ay de las pimes que forman parte de este mercado y no tiene crédito, eso a los que les va bien, porque a la mayoría les toca irse al paro) y no aportan nada a la reconstrucción económica de los países que están hoy en día en una crisis de dimensión inabarcable.
Lo que si está claro esq ue de esta crisis sacamos dos conclusiones diáfanas (entre muchas seguramente, pero lo reservo para futuros análisis).
- Está constatado que hay un sustrato de debate ideológico en el marco de esta crisis donde parte de las soluciones propuestas, sobre todo aquellos que se basan en estrictas medidas de austeridad, en particular cuando no se debaten los contenidos y se utilizan métodos autoritarios. No hay duda que el ataque es con carga de profundidad al estado del bienestar y de esta manera exhibir una cierta debilidad y falta de eficacia y eficiencia de los servicios públicos como resultado de los cambios que les imponene a los sectores educativos, sanitarios, etc. No lo dudemos, hay una estrategia ideológica de debilitamiento de los pilares del estado actual.
- El segundo es el efecto moral de la crisis. Que duda cabe que la situación actual mina el orden moral actual. Si bien los especuladores aparecen como los "malos de esta película" parecería que no les va tan mal ya que imponen sus criterios a las organizaciones multilaterales y a los propios países.
Como vemos los disparates están en marcha. Ex asesores de Goldman Sachs haciéndose cargo de los países y organismos reguladores, procesos de austeridad que disminuyen el crecimiento con el objetivo de crecer....
En fin, seguramente la lógica no es el fuerte de los planificadores de la salida de la crisis.