Blog de Héctor Santcovsky

un blog para reflexionar sobre política, sociedad y retos de futuro

22/1/12

Entender una nueva cultura

Siguiendo con el debate alrededor del problema surgido con el alojador de páginas webs y archivos llamado megaupload, hoy la prensa, de manera intencionada pero no exenta de bastante razón, nos ilustra sobre el tren de vida, los lujos, las manías y las debilidades de ser colectivo de "emprendedores" que se han dedicado a, según el FBI y las grandes multinacionales de la comunicación, a estafarles y conspirar con ánimo delictivo.
En la tesis del anterior entrada al bloc ya manifestaba una cierta repulsa por las prácticas de dicho colectivo, pero acusaba con más vehemencia el hecho que tanto las autoridades judiciales como los poderes económicos no estaban entendiendo nada de lo que estaba pasando, más allá de las más que evidentes pruebas de sincronización ejemplar que se pretendía como respuesta al apagón del día anterior. Ellos también saben golpear. Por otro lado es evidente que los conflictos éticos, estéticos y legales son muy importantes en este contexto, pero hay que calibrar exactamente el rol de cada uno porque los resultados son inevitablemente políticos es decir de toma de decisiones que afectarán a la vida en sociedad.
Antes de entrar en esta reflexión creo que sería interesante señalar algunos elementos que conforman el núcleo del problema ya que estamos tratando de la actitud general y de la ciudadanía en relación a este problema. Fijaos, cuando un rico o poderoso es pescado in fraganti en la apropiación de recursos de terceros, como los casos Enron o Madoff, la población en general aplaude sin ningún tipo de miramientos ni excusas las decisiones ya sean policiales o judiciales, en cualquier caso, de esto tenemos muchas pruebas y antecedentes se acusa a los poderes de todo tipo la lentitud, la tolerancia, la omisión previa, en fin contrasentidos que lo único que demuestra es pasividad cuando no connivencia entre poder y poderosos.
Es por eso que una buena pregunta debe hacerse de porque en lugar de generar una repulsa similar para los piratas que se han “ apropiado" del talento y la propiedad intelectual de otros han generado en colectivos seguramente raros (mejor llamados freaks), que muchos de ellos dedican voluntariamente muchas horas a la creación de software libre justamente para no hacer más ricos y poderosos a otros empresarios de la de la informática, una actitud altamente beligerante, muy reivindicativa y harto exigente respecto al comportamiento que han tenido los poderes públicos. Observemos que la misma repulsa que produce la ostentación de ciertos magnates producirán las fotos de la mansión del dueño de megaupload, pero eso no es óbice para que la actitud de la larga legión de desarrolladores no se haya ofuscado por un ataque que consideran una agresión en toda regla a la libertad de expresión.
En este sentido, siguiendo con la represión cultural, un fenómeno parecido es el que existe en relación con los grandes propietarios de empresas de software. Si bien la comunidad libre critica severamente a Oracle, Microsoft o Apple, y llevan sus desarrollos a plataforma Linux, no son severos con los enormes beneficios que tienen estas empresas, inclusive partiendo del hecho que el fondo están vendiendo un intangible, amortizable en muy poco tiempo y que lo único que hace es hacerlo profundamente más ricos. Al menos de Bill Gates sabemos que dedicara gran parte de sus dineros ahora de calidad no por no podríamos decir lo mismo de otros potentados de la informática. Pero nunca, o prácticamente nunca, sus políticas comerciales en un sentido ético cosa que cualquier otro magnate se vería constantemente vilipendiado y atacado.
Seguramente habrá mucho de admiración por el talento y la innovación que estos visionarios han aplicado a sus negocios, pero en muchos casos se les puede exigir que participen más solidariamente en el desarrollo del producto hacia la gente que no tiene recursos para acceder a ellos, o simplemente tengan políticas diferenciadas en apoyo a los países en desarrollo. Pues bien, no es así y sin embargo están exentos de severas críticas.
¿Qué hay que entender de este proceso? Bien que hay un radical cambio cultural, está generando nuevos parámetros en el terreno de los valores. No entender que parte del lío de megaupload tiene que ver con la crítica feroz de un amplio sector de la población, en muchos casos el más dinámico y activo. Por eso el tema es que hay que leer lo que sucede desde nuevas claves relacionadas con el cambio cultural en relación a los negocios de este tipo. No entenderlo así llevará por derroteros que lo único que harán es alejar, aun más, los poderes públicos de los sectores más dinámicos e imaginativos de nuestra sociedad.

Siguiendo con el debate alrededor del problema surgido con el alojador de páginas webs y archivos llamado megaupload, hoy la prensa, de manera intencionada pero no exenta de bastante razón, nos ilustra sobre el tren de vida, los lujos, las manías y las debilidades de ser colectivo de "emprendedores" que se han dedicado a, según el FBI y las grandes multinacionales de la comunicación, a estafarles y conspirar con ánimo delictivo.
En la tesis del anterior entrada al bloc ya manifestaba una cierta repulsa por las prácticas de dicho colectivo, pero acusaba con más vehemencia el hecho que tanto las autoridades judiciales como los poderes económicos no estaban entendiendo nada de lo que estaba pasando, más allá de las más que evidentes pruebas de sincronización ejemplar que se pretendía como respuesta al apagón del día anterior. Ellos también saben golpear. Por otro lado es evidente que los conflictos éticos, estéticos y legales son muy importantes en este contexto, pero hay que calibrar exactamente el rol de cada uno porque los resultados son inevitablemente políticos es decir de toma de decisiones que afectarán a la vida en sociedad.
Antes de entrar en esta reflexión creo que sería interesante señalar algunos elementos que conforman el núcleo del problema ya que estamos tratando de la actitud general y de la ciudadanía en relación a este problema. Fijaos, cuando un rico o poderoso es pescado in fraganti en la apropiación de recursos de terceros, como los casos Enron o Madoff, la población en general aplaude sin ningún tipo de miramientos ni excusas las decisiones ya sean policiales o judiciales, en cualquier caso, de esto tenemos muchas pruebas y antecedentes se acusa a los poderes de todo tipo la lentitud, la tolerancia, la omisión previa, en fin contrasentidos que lo único que demuestra es pasividad cuando no connivencia entre poder y poderosos.
Es por eso que una buena pregunta debe hacerse de porque en lugar de generar una repulsa similar para los piratas que se han “ apropiado" del talento y la propiedad intelectual de otros han generado en colectivos seguramente raros (mejor llamados freaks), que muchos de ellos dedican voluntariamente muchas horas a la creación de software libre justamente para no hacer más ricos y poderosos a otros empresarios de la de la informática, una actitud altamente beligerante, muy reivindicativa y harto exigente respecto al comportamiento que han tenido los poderes públicos. Observemos que la misma repulsa que produce la ostentación de ciertos magnates producirán las fotos de la mansión del dueño de megaupload, pero eso no es óbice para que la actitud de la larga legión de desarrolladores no se haya ofuscado por un ataque que consideran una agresión en toda regla a la libertad de expresión.
En este sentido, siguiendo con la represión cultural, un fenómeno parecido es el que existe en relación con los grandes propietarios de empresas de software. Si bien la comunidad libre critica severamente a Oracle, Microsoft o Apple, y llevan sus desarrollos a plataforma Linux, no son severos con los enormes beneficios que tienen estas empresas, inclusive partiendo del hecho que el fondo están vendiendo un intangible, amortizable en muy poco tiempo y que lo único que hace es hacerlo profundamente más ricos. Al menos de Bill Gates sabemos que dedicara gran parte de sus dineros ahora de calidad no por no podríamos decir lo mismo de otros potentados de la informática. Pero nunca, o prácticamente nunca, sus políticas comerciales en un sentido ético cosa que cualquier otro magnate se vería constantemente vilipendiado y atacado.
Seguramente habrá mucho de admiración por el talento y la innovación que estos visionarios han aplicado a sus negocios, pero en muchos casos se les puede exigir que participen más solidariamente en el desarrollo del producto hacia la gente que no tiene recursos para acceder a ellos, o simplemente tengan políticas diferenciadas en apoyo a los países en desarrollo. Pues bien, no es así y sin embargo están exentos de severas críticas.
¿Qué hay que entender de este proceso? Bien que hay un radical cambio cultural, está generando nuevos parámetros en el terreno de los valores. No entender que parte del lío de megaupload tiene que ver con la crítica feroz de un amplio sector de la población, en muchos casos el más dinámico y activo. Por eso el tema es que hay que leer lo que sucede desde nuevas claves relacionadas con el cambio cultural en relación a los negocios de este tipo. No entenderlo así llevará por derroteros que lo único que harán es alejar, aun más, los poderes públicos de los sectores más dinámicos e imaginativos de nuestra sociedad.