Blog de Héctor Santcovsky

un blog para reflexionar sobre política, sociedad y retos de futuro

1/5/10

Repensar el Primero de Mayo

Una vez más se celebra el primero de mayo. Lo que expondré a continuación no es nuevo, ni revolucionario. Ni tan siquiera innovador. Es radical en el sentido más decimonónico de la palabra. Plantea recentrar y repensar, a la luz de los temas actuales, el sentido de esta celebración.
La radical diferencia es que todo ha cambiado. El mercado de trabajo, la división internacional del trabajo, el concepto de riqueza, la distribución de la renta, el sentido de clase social. En fin, ¿tantos cambios no deberían hacer pensar que nos encontramos ante un nuevo paradigma en relación al concepto de trabajo, y que muchos escritores (desde Sennet a Rifkin) vienen planteando reiteradamente? ¿El modelo de celebración y reivindicaciones asociadas responde a dicho paradigma?
Es por eso que, al menos, deberíamos interrogarnos seguramente de los elementos que conforman el debate actual sobre el sentido del día del trabajador. Quizás sería más conveniente hablar del día del trabajo, si este comienza a ser un bien tan escaso, como al menos representa en nuestro entorno (España, Catalunya, Europa, …..) y deberíamos comenzar a pensar en las reivindicaciones actualizadas. Solo enumeraré 10 (un cierto decálogo) pero, lamentablemente, mientras escribía se me ocurría que la lista podría ser mucho más larga.
1. Reivindicar el trabajo. No cabe duda que los acentos han de reconformarse en todo lo relativo al trabajo reivindicando mejores salarios, más estabilidad, capacitación, nuevas oportunidades: mujeres, jóvenes, gente con gran riesgo de exclusión, sub mil euristas…. Hemos de repensar que la división del trabajo, la explotación, el subempleo, etc., han de ser uno de los elementos claves en el discurso a repensar hoy día.
2. Igualdad de oportunidades para todos. El tema de la mujer en la sociedad es crucial en toda nueva aproximación. La búsqueda de la promoción en todos los sentidos (nuevas profesiones, nuevas posiciones), relacionado con la necesidad de profundizar en nuevas políticas de usos del tiempo.
3. Países ricos / países pobres. El trabajo por intentar reducir la brecha de diferencia entre primer y otros mundos, se ha de introducir teniendo en cuenta aspectos diversos: cooperación no paternalista, nuevo orden internacional, acompañado de extensión de los valores de libertad y democracia. No será lícito cambiar el modelo de relación, aportar más recursos, impulsar un nuevo orden, sin cuestionar a muchos países en los cuales los derechos más elementales aun no están consolidados, y en algunos casos ni impulsados.
4. Rearmar los valores de progreso de la sociedad. La lucha por valores diferentes a los que nos tiene acostumbrados este moderno orden “filosófico” heredero de la posmodernidad más rabiosa es un deber ineludible. Valores de progreso como igualdad, solidaridad, cooperación, justicia social, requieren una atención decidida y pedagógicamente activa.
5. Sostenibilidad sin fundamentalismos. Un modelo de sociedad verde, con nuevos planteamientos tecnológicos y con una agresiva actuación en el campo de las nuevas energías, pero no desde el fundamentalismo, si no desde posiciones originales y que aprovechen también la oportunidad económica que brinda esta realidad.
6. Apostar por la socialización e igualdad de oportunidades del conocimiento. El conocimiento, las nuevas tecnologías se han de democratizar aun más y ofrecer mecanismos y espacios que permitan el acceso de la mayor cantidad de gente a los nuevos instrumentos. En este sentido el trabajo constante por la incorporación de estos aspectos en el desarrollo de la escuela es un elemento clave del progreso e igualdad en nuestra sociedad.
7. Jerarquizar el servicio público. Defender el Estado Social y de Bienestar. Uno de los elementos a reivindicar, y extender, son los logros del estado del bienestar, evitando los procesos que tienden a su desmantelamiento, cuando lo único que pretenden es, en la práctica, reducir los procesos de igualdad y acceso, y favorecer a unos sectores marginales y privilegiados.
8. Profundizar en las libertades democráticas. Participación y transparencia de todos en todos los ámbitos, y para todos los sectores. Sector público, sector privado y tercer sector. Las libertades, la defensa de la democracia, la participación y la transparencia han de regir los modelos actuales de desarrollo de las instituciones en las sociedades democráticas.
9. Favorecer la innovación, la creatividad, el emprendimiento, la economía alternativa y el emprendimiento social. El concepto de innovación, de emprendimiento, pero también de economía solidaria y creativa ha de impregnar el desarrollo de los modelos de desarrollo y participación económica.
10. Responsabilidad delante de la economía. No es posible que se libre al mercado el control de crecimiento económico. Cabe reforzar los mecanismos de regulación de los mercados, del sector financiero, y estructurar sistemas impositivos (tasa a las transacciones por ejemplo, control de paraísos fiscales,….) que ataquen integralmente las tentaciones especulativas de sectores minoritarios que se aprovechan minoritariamente de las posibilidades de la democracia económica.
Estos aspectos pueden formar una parte importante de un proceso de reformulación de objetivos para replantear y adaptar las necesidades de trabajadores y trabajadoras al contexto actual.
La izquierda ha de pensar en nuevas claves si quiere sumar a la gente, a toda la ciudadanía en procesos de participación y corresponsabilización en el futuro colectivo.